A pesar de que El Salvador es el país más pequeño de Centroamérica en cuanto a superficie terrestre, está densamente poblado, con 6.4 millones de personas[1] y tiene la tercera economía más grande de la región.[2] Históricamente, la economía salvadoreña ha dependido del sector agrícola, pero en las últimas dos décadas se ha movido hacia la prestación de servicios y la industria, que ahora emplean al 61% y 22% de la fuerza laboral total, respectivamente (en comparación con el 16% que trabaja en el sector agrícola).[3] A la par del panorama económico, la población también está cambiando. Mientras que, tradicionalmente, la población de El Salvador ha radicado mayormente en las zonas rurales, la proporción rural-urbana ha disminuido consistentemente desde la década de los 60.[4] Desde 2019, sólo el 27% de la población vive en zonas rurales.[5] El alejamiento de la población de las zonas rurales es un reflejo de su tasa neta negativa de migración, que se ha mantenido en torno a los -5 migrantes por cada 1.000 habitantes en los últimos años.[6] Gran parte de esta alteración demográfica se ha dado como resultado de la violencia interna.[7]
Este reporte se centra en estas zonas que se consideran rurales, y por lo tanto la muestra y las entrevistas comprenden solamente a personas y organizaciones que radican o proveen apoyo en:
- Pueblos, aldeas, caseríos o granjas.
- Asentamientos o pueblos que cuentan con un 50% o menos de hogares con iluminación, electricidad y agua corriente en sus viviendas.
- Asentamientos o pueblos que carecen de caminos o rutas de comunicación por tierra y de servicios aéreos o marítimos, así como de escuelas de educación primaria (seis grados escolares) y servicios de correo postal.
Este alcance fue establecido por ANDE tomando en cuenta las definiciones utilizadas por los gobiernos de Guatemala, El Salvador y Honduras, así como las de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), entre otras fuentes internacionales.[AD1]
A medida que la población rural sigue disminuyendo y el panorama económico del país sigue evolucionando, es importante entender cómo estos cambios afectan a uno de los pilares del empleo y a la actividad económica en la región: las y los emprendedores rurales. Este reporte busca examinar los actuales mecanismos de apoyo dirigidos a las y los emprendedores de las zonas rurales de El Salvador. Las siguientes secciones ofrecen perspectivas basadas en información obtenida de organizaciones que apoyan a las y los emprendedores en zonas rurales del país.